Científicos consiguen que las células cancerígenas se auto destruyan
El fármaco descubierto ataca directamente la fuente de la
enfermedad, lo que minimiza el daño a los órganos sanos; también serviría para
combatir el zika y el ébola
Un equipo de científicos de Estados
Unidos descubrió un posible fármaco que hace que las células
cancerígenas se autodestruyan, según publica hoy la revista
Proceedings of The National Academy of Sciences (PNAS).
El nuevo compuesto químico actúa
sobre las células cancerígenas con más precisión que cualquier tratamiento existente,
según la investigación realizada por científicos de la organización biomédica
The Scripps Research Institute (TSRI), en Florida.
El gran avance de este posible fármaco, que ha sido
probado en animales, es la precisión, ya que ataca directamente a las células que causan el cáncer, incluso las que permanecen ocultas, y
no afecta a las células sanas.
EL
COMPUESTO MEJORA EL TRATAMIENTO EN TODOS LOS SENTIDOS: ES MÁS RÁPIDO, MÁS
EFICAZ Y MENOS AGRESIVO.
Lo más avanzado del compuesto químico
es que activa un mecanismo por el cual las células cancerígenas "se
matan a sí mismas" de forma "programada", explicó el
profesor Matthew Disney, que lideró el equipo de investigación.
Este nuevo compuesto se puede implementar
en las principales drogas contra el cáncer utilizadas en la actualidad en
tratamientos contra el cáncer, de forma que mejoren la identificación de las
células cancerosas y actúen directamente contra ellas.
Esto significa que no solo sería un tratamiento
eficaz sino que además actúa directamente sobre el tumor, con lo que se minimiza el daño
a las células sanas.
Hasta la fecha, los tratamientos de
mayor precisión exigían un mayor tiempo de espera o eran más largos. Sin
embargo, este compuesto mejora el tratamiento en todos los sentidos: es más rápido, más eficaz y menos
agresivo.
El tipo de
cáncer en el que el tratamiento es más efectivo es
el cáncer de pecho de más rápido crecimiento, que
representa entre el 10 y el 20 por ciento de los casos de cáncer de mama.
Además del
cáncer de pecho, los investigadores del laboratorio de Disney esperan que el
fármaco, una vez aprobado, se pueda aplicar en el futuro a
todo tipo de tumores e incluso para combatir enfermedades víricas graves como
el zika y el ébola.
El
hallazgo ha sido posible con la aplicación de la ingeniería y la informática a
la medicina, una estrategia en la que son pioneros los laboratorios del TSRI,
una de las de las mayores organizaciones centrada en la investigación biomédica.
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